WhatsApp y el caos grupal.
Antiguos compañeros, familia, padres del colegio o incluso un pueblo entero. Todos tenemos grupos en los que nuestra presencia es más bien un compromiso que una voluntad y al final, acaban siendo silenciados tras recibir incesantes mensajes virales que, más allá de aportarnos algo, acaban suponiéndonos pérdida de tiempo. Sí señores, han pensado en la aplicación exacta.