Doñana no está lo bastante lejos para esconderse
Ahora se entiende mejor por qué el Partido Popular no quería más debates: para no quedar en evidencia. La vicepresidente Soraya Sáenz de Santamaría estuvo mal. No acertó ni en el tono ni en los argumentos. Repitió mil veces un dato falso –no, Mariano Rajoy no ha creado empleo– y recitó temarios y argumentarios como si de nuevo se presentase a unas oposiciones. Ni siquiera le funcionó el lacrimógeno discurso sobre la violencia de género (que los recortes de su propio Gobierno...