Esta vez el PP necesita algo más que un dedazo
El dedo sagrado de José María Aznar escogió a Mariano Rajoy como su sucesor por una razón principal: porque pensó que sería más dócil que Rodrigo Rato, el subcampeón en ese “pito, pito, gorgorito” con el que el amado líder se decidió entre los dos. Hubo más motivos: la posición de Rato tímidamente contraria a la guerra de Irak, su divorcio –Ana Botella es íntima de su exmujer–, y también que en un primer momento don Rodrigo le dijo a Aznar que no. Lo cuenta el expresidente en sus...