El colmo de la antiprivacidad
La filtración de Ashley Madison puede favorecer «a los restaurantes, las floristas [por aquello de las reconciliaciones] y los abogados de divorcios», como escribía un analista del diario británico The Telegraph, pero también va a provocar seguramente una crisis de reputación a la empresa porque evidencia a qué se enfrentan los internautas en cuanto a control de datos incluso cuando navegan por entornos considerados seguros.